jueves, 5 de junio de 2014

Estupidez cotidiana

Que fácil dejarse querer,
 que difícil fingir que quieres

 Que fácil  mentir, que difícil creer.
 Que sencillo ser natural,
 que raro encontrar la verdad.

Que sencillo ser feliz,
 que imposible hallar quien te de la felicidad.

 Que bien que puedas amar,
que mal que no lo desees.

Que bonito sonreír,
que pena, tener que forzar la sonrisa.

 Que bien compartir sinceridad,
 que mal, saber que no es cierta.

 Que pena perder el tiempo dándote a quien no sabe entregarse.

 Que desperdicio de besos entregados a quien no los merece.

Que bien que te abran los ojos,
 que mal cerrarlos por comodidad.

Que pena renunciar a lo que te hace feliz,
 por falta de sangre para arriesgar.

Que pena que te engañes por simple comodidad

Isabella